sábado, 23 de septiembre de 2017

Crónicas canadienses I

Comenzamos el viaje en la zona francófona de Canadá, en la provincia de Quebec. La primera ciudad que visitamos es Montreal, que según el guía pertenece a Quebec y no está tan seguro de que también pertenezca a Canadá pues, para él, Canadá y Quebec son países distintos. Como veis, un problema que nos suena conocido. Adjunto un par de fotos con las fabulosas vistas desde la habitación del hotel. Hacia las ocho de la mañana.





A otra cosa. Yo cada vez entiendo menos a estos países que se dicen tan ecológicos. Incluyo a España ... y Cataluña :-) Creo que cuanto más avanzados estamos, más ciegos nos volvemos para con nuestros defectos. Nos explica el guía los bondades del fabuloso Palacio de Congresos de Montreal y entre sus virtudes pondera que es un edificio cien por cien ecológico. Hasta tiene colmenas en su terraza, donde las abejitas fabrican deliciosa miel que puedes comprar en la tienda del Palacio. Para mi sorpresa observo, al entrar en el edificio, que tiene conectado un potente y "ecologico" aire acondicionado que mantiene la temperatura a no más de 20 grados. ¿Seguro que no es posible diseñar un edificio ecológico, que sea medianamente fresquito durante el "tórrido" verano canadiense? Por no hablar de las luces que dejan toda la noche encendidas en rascacielos e imagino que en el propio Palacio ¡Así nos va!

Adjunto prueba de edificio luminoso. Un poco inclinado que si no, no entra en la foto.



Aquí otras fotos de Montreal, la primera muestra cómo  les encanta a los canadienses poner las escaleras por fuera de las casas, especialmente en las pequeñas. Las siguientes, los contrastes de lo moderno y lo menos moderno de la ciudad.







Detalle del interior de la basilica de Notre Dame.



Me encantan  estos camiones americanos. Como los de las pelis y por el centro de la ciudad, aunque éste es más chico.

Y unas imágenes del comienzo del otoño al norte de la provincia de Quebec. Íbamos a ver ballenos  y vimos estos colores. ¡Cómo será  dentro de dos semanas! De las ballenas no pongo nada pues las vimos a lo lejos.








Y para terminar por hoy un par de fotos de Quebec.





Hasta la próxima, ya desde la zona anglófona. 
PD: ¡Cómo  cuesta hacer esto desde una tablet!



martes, 19 de septiembre de 2017

Lituania: Vilna, Kaunas y lago Trakkai


Me dio la sensación de que Lituania está un poco más retrasada económicamente que Letonia. En Vilna los contrastes eran acusados y al lado de lujosos rascacielos de cristal se encontraban descuidadas casas de madera tradicionales. Las dos primeras fotos están tomadas cerca del apartamento donde nos alojábamos.



Abundaban los edificios y las iglesias de estilo barroco, muchas de ellas con boda incluida.














En esta hermosa plaza de la catedral Helio and Me hicimos un poco el ridículo: viendo que repartían comida típica en una camioneta, y pareciendo que era gratuita decidimos aprovechar la ocasión y probar un poco de rancho. Nos pusimos a la cola, pero cada vez que estábamos a punto de llegar al punto de reparto, una mujer con pinta de sargento nos cortaba el paso y creaba una nueva fila paralela a la anterior pero sin nosotros. Tras un par de intentos con idéntico resultado, desistimos. Tras un rato de observación, deducimos que los comensales eran miembros de una excursión de turistas lituanos a los que estaban repartiendo el almuerzo. La mujer no hablaba mas que lituano y cortarnos el paso era la única forma de hacernos entender que aquello no era para nosotros. En fin, Helio y yo, a veces, somos un poquito cortos :-)




Ahora unas fotos del lago Trakkai donde dimos un bonito paseo en barco y otro a pié.
 













A los lituanos les encanta llenar las colinas de cruces, estatuas o ángeles como era el caso de una de las colinas próximas al lago. Estaba llena de ángeles, al parecer para hacer notar que el lago, visto desde el cielo tiene forma de ángel. Adjunto muestra:


Ahora unas fotos de la ciudad de Kaunas ciudad bastante interesante en muchos aspectos además del baloncesto.
















Los responsables del ridículo en Vilna, contentos y bien alimentados a pesar de todo.



sábado, 16 de septiembre de 2017

Letonia: Riga y algo más.

El viaje de este verano ha sido a las Repúblicas Bálticas. Volamos a Riga, capital de Letonia, llegando con retraso ya entrada la noche, pero aun así salimos a dar un paseo para recoger la primeras impresiones del barrio. No fueron demasiado buenas: las calles poco iluminadas, las entradas a los patios de los edificios eran auténticas bocas de lobo, los edificios bastante viejos, descuidados y con necesidad de una mano de pintura. Durante el paseo salieron a "saludarnos" un par de amables individuos con alguna copita de más, ofreciéndonos amablemente su ayuda. Tras una breve charla chapurreada en inglés, nos ofrecieron un traguito de vodka de su petaca y nos despedimos.

A la mañana siguiente la cosa cambió. Todo lo que parecía sombrío y viejo mostraba un esplendor decadente a la luz del día. Su hermoso casco viejo se encuentra rodeado de multitud de calles llenas de edificios de principios del siglo XX muchos de ellos del estilo llamado Art Nouveau. Algunos resplandecientes, limpios y restaurados. Otros, aun sin restaurar, pasan desapercibidos a primera vista, pero son igualmente interesantes. El barrio donde nos alojamos estaba repleto de este tipo de edificios. Estábamos en la esquina de Aleksandra Caca Iela y Lacplesa Iela, dos hermosas avenidas. Muestro fotos de ejemplo:







Nuestra primera visita fue para la Catedral Ortodoxa de la Natividad, siempre con mucha actividad de bodas, bautizos y turistas. Desde la cafetería del cercano hotel Radisson son hermosas las vistas de la catedral, el parque y toda la ciudad:







La ciudad nos resultó muy agradable, sin demasiados turistas, comida buena y barata, muy bonito el casco viejo, sus iglesias y edificios antiguos, sus parques, con mucho ambiente en bares, cafeterías y parques. El río Daugawa es ya muy caudaloso, próximo a su desembocadura.

Había turistas españoles, ¡cómo no!, pero no muchos. La impresión era de que la mayoría de los turistas eran del propio país o de países próximos como Rusia.






Intercaladas entre estos edificios Art Nouveau contrastaban espectaculares casas de madera también muy interesantes.



Visitamos también el Mercado Central y la Academia de las Ciencias de Letonia, edificio de estilo soviético. En este barrio vive mucha población de origen estranjero, rusos en su mayoría.






Nos llamó la atención abundancia de vagabundos que parcían haberse pasado un poco con el vodka.

Como casi siempre nos hicimos rápidamente con los sitios donde comer bien, cosa que no es dificil en Riga. Tienen buenos restaurantes y para comer barato y comida bastante buena estan los Lido y los Pipas cadenas de resturantes autoservicio donde comíamos estupendamente por unos 5 euros por cabeza.

Y en el barrio teníamos la panadería del "kazajo" donde comprábamos unas deliciosas tortas que deborábamos como si no fuésemos a comer en días.






Hicimos también un día de excursión por el valle del río Gauja.


 Algunos, los más jóvenes, aprovecharon para lanzarse a "sobrevolar" sobre el río.


Después, paseito por el campo y un poco de relajación haciendo el "canelo"








También visitamos el espectacular palacio de Rundale cercano ya a la forntera con Lituania.


En resumen, Riga es una ciudad espectacular y muy recomendable para pasar cuatro o cinco días, por su ambiente y por sus atractivos turísticos.