domingo, 11 de diciembre de 2011

Otoño madrileño, por Cocolis

Pues quiso mi hijita Alba que la acompañásemos a Talamanca del Jarama, al norte de Madrid a hacer unas fotos y aproveché yo para retratar el otoño. A Alba le interesaban otras fotos y otras cosas de modo que me empleé con mi móvil nokia C2-01 con 3,2 megapíxeles y salió esto.









Por un lado vemos las hojas muertas que sueñan con ser romero. Me gustó y lo retraté; aquí parece que el otoño esstá más adelantado ya que los árboles estaban muy pelados como éste que tenía todas sus hojas a su pié, y nace casi bajo la tapia de la parte de atrás de la Cartuja, un convento del siglo XVI bastante grande y bien conservado a pesar de ser de ladrillo, y esa tapia es bastante larga, no creais; también es de ladrillo este ábside mudéjar que ya anuncia el gótico, pues en la parte frontal tiene un arco triunfal ligerísimamente apuntado. El ábside perteneció a una iglesia que fué parroquia pero que ahora está solito, sólo queda esto como la boca enorme de una cueva, recuerdo de su época más gloriosa; también ábside es este románico que podemos ver, pero que es continuación de una ermita de estilo indefinido, con una espantosa torre que me apañé para no sacarla en la foto. Lo que nos indica este románico es la cercanía de Guadalajara donde comienza este estilo un poco raro por estos parajes. A mi lo que de verdad me gusta es el estilo islámico, sobre todo el almohade y el almorávide, como la preciosa torre y sus murallas que vimos en Buytrago del Lozoya; y el magnífico Puente Romano de varios ojos, precioso, en medio del parque de su mismo nombre, donde el otoño se expresaba con todo su rudeza, álamos pelones, caminos sembrados de hojas, hojas ya extintas que en su último esfuerzo cubren el suelo para nuestro deleite y para abonar un terreno que nos deslumbrará más pronto que tarde con un renacer maravilloso.

El norte de Madrid es precioso, pero caro, tiene buenas carreteras donde se circula a 90, pero llenas de rotondas, travesías y pasos de cebra elevados, que hacen el viaje cansino. Ah, dos cafés dos euros. Vale.

Sólo decir que Buytrago del Lozoya tiene un curioso museo Picasso, producto de los obsequios que el artista le hizo a su peluquero, natural de ese pueblo, que se encontraba exiliado en Francia y donde coincidió con el maestro. Copa de vino blanco y copa cerveza en un barecito bonito de la plaza 5 pavos. Mhhhhh.

Os anuncio que pronto os hablaré de un par de restaurantes de Aranjuez y Toledo.

Cocolis.

3 comentarios:

  1. Muy bonito el norte de Madrid. Buitrago merece la pena una excursión.

    Por fin he logrado bajar las fotos que me enviaste. Con el primer mensaje tuve problemas y no pude bajarlas.

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  2. Pues inténtalo de nuevo.

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  3. No se si te equivocas, o me equivoco yo. El artículo es el otoño en Talamanca, lo de Buitrago es sólo un comentario.

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