Hace un par de semanas salió en el programa "Un país para comérselo", en el que Imanol Arias y Juan Echanove se ponen moraos y diciendo cada dos por tres"uhhhhh, exquisito", pues salió decía, Aranjuez y destacaron el Restaurante de la Calle, cuyo chef, el maestro Rodrigo de la Calle está trabajando muy duro por conseguir entrar por vez primera en la Guía Michelin. Pues yo he comido allí hace un par de meses y me sorprendió muy gratamente y sobre todo SIN SORPRESAS.
Este cocinero está investigando en la gastrobotánica, esto es llevar a la mesa todo tipo de plantas y raíces que no pensaríamos ni en un momento comer lo que Rodrigo nos puede llevar a la mesa.
El local tiene dos ambientes, uno informal arriba junto a la barra, que es lo que ya conocía y que tiene una carta muy interesante a precios asequibles y el comedor de abajo donde se hace la restauración formal, que no tiene ventanas y está por debajo del nivel de la calle, pero el ambiente es relajado y una decoración muy agradable que te hace sentir bien.
Fué llegar y en un minuto ser recibido por el Jefe de Sala. Las mesas son espaciosas y los cubiertos, vajillas y cristalerías son de calidad y todos iguales, manteles y servilletas igualmente buenas.
Nos pusieron un aperitivo de aceitunas y una aceituna líquida, "homenaje a Ferrá Adriá" según nos dijo el Jefe de Sala que fué anunciando los platos. Original, pero no muy sabroso. También pusieron tres clases de mantequillas de distintos sabores muy buenas y un pan tostado finísimo.
El vino que pedimos fué un tinto de la tierra que venía en la carta, de unos 12 euros, buenísimo, presentado con un mínimo de ceremonia.
Por aquello de racanear, pedimos un entrante a compartir que fué un fuá con mermeladas varias, y nos sorprendió que lo trajeron dividido en dos platos y debidamente anunciado para que no pensáramos que eran dos platos. Extraordinario.
De segundos fueron un steak tartar rodeado de mostazas distintas. La carne cortada a cuchillo y de un sabor magnífico y las mostazas no hacían llorar. El plato era cumplido.
Y un solomillo: acompañado con un pastel de patata envuelto en una tira de bacon ahumado y cristal de patata, esto es una lámina de patata tan fina y bien fritita que se trasparenta, curioso. La carne (ya se me acaban los adjetivos) cojonuda, bien gorda y hecha al punto como se pidió. También nos dieron a probar una hoja carnosa que sabía a marisco, ¡efectivamente! Y el postre sin pena ni gloria, pero bueno, un carpaccio de piña.
Total 103 euros. Yo salí más que satisfecho. Lo vale, de verdad.
También salió en el programa el chef de Casa Jose, Fernando del Cerro.
Conozco el local, pero no he comido en el restaurante. Está recomendado en la Guía Michelín y he visto las mesas puestas: "altísima calidad", un espectáculo.
Lo que conozco es la barra del bar, una copa de cerveza y un verdejo, a dos pavos por cabeza, con sendos pinchos de trortilla con una buena media rebanada de pan de pueblo. Luego hay más aperitivos. Y tienen una carta de barra, creo recordar que pochas con almejas, riquísimas, 10 euros.
Tiene dos menús degustación, que es a lo que se va allí mayormente, a unos 68 euros, uno es variado y el otro (el más caro) exclusívamente de huerta de Aranjuez. Luego ve sumando vino, servicio, IVA, etc, que se te va a 100 euros/barba. Hay una carta de vinos extensísima, españoles y extranjeros.
Dicen los que han ido que merece la pena. Que disfrutéis.
Las dos fotos corresponden a de la Calle.
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