Hace unos días fui con mi padre a este pinar donde, de vez en cuando, vamos a buscar setas. Lo de las setas es una disculpa para dar un agradable paseo.
Se encuentra este bosque en una zona bastante despoblada, relativamente cerca del Valle de Santibáñez. Muy solitario y silencioso, en cuanto sopla un poco de viento se puede oír cómo se filtra entre las ramas de los pinos produciendo un suave ulular, que acentúa la sensación de soledad.
Fue un paseo muy agradable. Una piara de siete u ocho jabalíes nos dio un pequeño susto cuando pasó a todo correr a menos de 50 metros de nosotros. Qué gozada poder verlos tan de cerca. Con los nervios no conseguí una foto decente que poner aquí.
Setas no cogimos demasiadas, pero sí las suficientes como para poder probarlas con unas ricas patatas que nos guisó, con su toque maestro, la señora Rosario.
Joooolin, magníficas fotos, me encantan todas , pero veamos: la primera, la del abuelo en penunbra es fenomenal y es que creo que él sólo ya es fotogénico, con su gorra, su chupa, su vara y su cesta, ah y su planta. También me gusta la luz de las piñas y setas, espléndida.
ResponderEliminarLos comentarios, bueno, menos es nada.
Voy a intentar enviarte algo del otoño en Buenavista.